¿Qué tienen en común
compañías como Microsoft, Google, IBM,
Novartis, Monsanto, entre otras, con la pereza mental, la incredulidad excesiva
o el estancamiento cultural y espiritual? Y, además, ¿Cuál es la relación con
la expropiación, el nihilismo y la metafísica? Por su naturaleza el ser humano
tiende a la evolución, -esto es innegable-, sin embargo no deja de ser curioso
como esa “evolución” no parece ser la
constante durante las últimas décadas, (si bien es cierto que tecnológicamente
ha habido un avance vertiginoso). Y no lo ha sido porque la pobreza, la
miseria, el dolor y el sufrimiento han aumentado casi en la misma proporción.
¿Qué ha sucedido? En una especie de collage
nos acercaremos a estos elementos desde una premisa sencilla: “Estamos viviendo en una realidad ajena”.
Veamos:
La Expropiacion tambien les tocará a ellos |
Cuando un cliente pierde su
capacidad de pago, el banco le expropia su vivienda. Esta persona, en el mejor de
los casos, termina viviendo de la “caridad”
del Estado (cómplice directo del desahucio). “Si no pagas, te expropiamos la casa, el coche y todas tus pertenencias”,
dice la Banca (Internacional, nacional o local). El gobernante (nacional,
regional o local) responde: “Tienes que
pagar o te enviaremos la fuerza policial a sacarte de tu casa”. El jefe de
la policía, a su vez, ordena a los subordinados: “Vayan a apoyar el desalojo”. El cliente, por su parte, desesperado
replica: “No he podido pagar porque no tengo
empleo”. La empresa privada expresa tímidamente: “Hemos recortado personal porque las utilidades han disminuido
sensiblemente, ya que nadie compra nuestros productos”, en tanto que la
publica manifiesta: “Estamos recortando
personal porque el FMI (OEA, OIT, BM, OMC, BID, etc.) nos ha exigido recortar
el gasto fiscal”. Al final, nadie es culpable de nada, pero el cliente
terminó viviendo con su familia debajo de un puente.
Esto es desahucio material y
económico, pero… ¿acaba aquí la historia?
¡No! La historia no acabará a
menos que cada ser humano cree y recree su propia realidad, desarrolle todo su
potencial y cumpla con su función. Y, hablando de cumplir el deber, hay quienes
lo tienen claro y lo cumplen a cabalidad: Las grandes corporaciones que proporcionan
“entretenimiento y diversión” (es
curioso también que el ser humano usa estos dos términos para referirse a
situaciones en las cuales NO tiene que pensar, tomar decisiones o esforzarse
mentalmente, o, si tiene que hacerlo,
lo hace entre unos límites claramente
fijados).
¿Qué hacen ellas? Empresas
como Google Inc., 20th Century Fox, Televisa, El Vaticano, RCN TV,
CNN, CCTV, etc., cuyo principal objetivo es hacer dinero y alejarnos, tanto de
él (su dinero) como de nuestro “día a día”,
tienen la capacidad de transportarnos a su propio mundo, algunas veces peor,
más devastado e inhumano como el que presentan los noticieros, y otras veces
totalmente distorsionado, corrupto e irreal como en el cine. ¿Quién ha escrito
el guion? ¿Quién programó el
videojuego? ¿Quién concibió el escenario?...
El espectador se mete de
cabeza dentro del programa, el noticiero, la película o el videojuego; lo vive,
lo sufre, lo adora, lo odia, lo teme, mentalmente lo rediseña y, cuando termina
el programa, retorna a su casa, a su propio mundo que no es más que otra
simulación de otra empresa, de otra multinacional, de otra institución o de
otra corporación. Y es que durante el videojuego vivimos en el mundo que el
programador o desarrollador recreó para
nosotros, cosa similar hacemos durante la proyección de la película, el
noticiero o el programa de TV. Pero un día tendremos que damos cuenta que
estamos fuera de nuestra propia realidad (si es que existe), que nos han desahuciado también en lo intelectual.
Ahora, además de vivir debajo del puente, sin comida, sin casa, sin empleo,
también carecemos de conocimiento, de racionalismo humano y de ética.
Descubrimos que todo nos está siendo impuesto desde instituciones como el
banco, la empresa, el hospital, la gerencia, el gobierno, la delincuencia
organizada, la escuela, la policía, la familia… ¿Qué hacer entonces?
Ante la expropiación
económica, material, intelectual, ética y moral, ¿deberíamos dejar de creer? En
su lado opuesto está el Nihilismo como una opción. Dejar de creer en cosa
alguna. Apatía, anarquía, caos, vivir sin ningún orden; reacción contestataria
a toda norma. Imponer el “No hacer”
como una cultura ciudadana. Esto último supone una absurda contradicción: “Imponer” y “cultura ciudadana” son opuestos a “no hacer” y además no tienen nada que ver con la realidad personal
o individual. Corregir un error con otro error es una tautología, inútil,
viciosa, corrupta. ¡No!, aquí tampoco hay respuesta. Los dos extremos de toda
situación son siempre perniciosos. Ni continuar en el mundo del desarrollador
de software ni irse al Nihilismo nos aporta la solución. Allí solo gana dinero,
prestigio, fama, reconocimiento y experiencia un “tercero”, nunca nosotros, y ni hablar de las ganancias reales e
importantes.
Bueno, y la metafísica… ¿qué
tiene que ver en todo esto? Ah, sí. Lo olvidaba. “Después” de la física o “junto”
a la física encontramos posibles soluciones, desafortunadamente estas grandes
corporaciones como bancos, iglesias o empresas; las instituciones sociales como
la familia, el hospital o la universidad han descalificado, atropellado,
enclaustrado y casi aniquilado el conocimiento real que llevaría al ser humano
a comprender la forma de crear y recrear su propia realidad, y que permitiría
apreciar la magnitud del desastre de vivir debajo del puente, sin hogar, sin
ética, sin conocimiento y con pereza mental; angustiado por la falta de
libertad. Y es que hemos aceptado este
desplazamiento y lo vemos como algo natural. Y es así, entre otras cosas,
porque es muy difícil, de hecho es complicado “entender y comprender” un entorno cuando uno es parte de él. ¿Cómo
le explicamos a un pez, lo que es el agua?,
¿Cómo le explicamos a un ser humano lo que es la humanidad? Para ello es
necesario salirse de la humanidad misma, dar un salto al costado para verla
actuando, así podremos comprenderla, y la Metafísica, la Teosofía, el
misticismo Sufí, la filosofía Zen, la meditación profunda, el sostenimiento de
un elevado ideal, entre otros, ayudan a dar este salto. Te llamarán “loco(a)” o enajenado(a); te tildarán de
“desadaptado(a)” y huraño(a); te
nombrarán solo en voz baja y evitarán encontrarte contigo… estas son solo
algunas de las muchas consecuencias de ser tú mismo(a). La elección es tuya,
las píldoras azul y roja están sobre la mesa. Toma la de que desees, porque
mientras tanto:
Se seguirán haciendo
elecciones presidenciales, regionales y locales, se seguirán eligiendo
gobernantes, jefes de policía, gerentes empresariales; seguirán habiendo padres
y madres de familia, profesores y directivos garantizando que la historia de
desahucio, desarraigo, pereza mental, imposición de una realidad totalmente
falsa, se sigan repitiendo. ¿De quien es la culpa? ¿En manos de quien está la
solución? Ninguna corporación multinacional, ningún banco local, nacional o
estatal, ningún programador de software hará algo bueno por ti. A ninguno de
estos agentes del miedo, del terror y de la ignorancia le importa que tú pienses,
que te cultives, que tomes consciencia. Por ello es que los atrevidos y
atrevidas, los osados y las osadas, aquellos seres que han cruzado los límites
del actuar y del pensar “socialmente
incluyente” han sido siempre descalificados, marginados, tildados de
dementes y encerrados, porque la libertad de pensamiento, de acción y de
transformación del mundo (interno y externo), propio y ajeno, es altamente
contagiosa.
Escríbale al autor
(solo si deseas ir a parar a un manicomio):
JossP
2262287343@qq.com
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