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lunes, 21 de junio de 2010

TENGO EN MI VIDA CINCO VERDADES


Por ELIPER F&E
Junio de 2010
¿La verdad es absoluta o es relativa? ¿Cada ser humano puede tener su propia verdad o ésta se limita a una concepción absoluta y, por ende, válida para el conjunto de los humanos?...elucubrando acerca de estas y otras cuestiones similares, he llegado a la conclusión que, en aras de hacer más llevadera esta existencia en medio de tanta miseria, tanta mentira y tanta basura, es necesario establecer, al menos, un punto de partida seguro y confiable, desde donde iniciar con el análisis y con la existencia, pues la relatividad de las cosas, la volatilidad de los elementos y la temporalidad de las leyes no me permiten tener la absoluta certeza de la vida.
Pues bien, el punto de partida al cual hago referencia se puede titular “Tengo en mi vida cinco verdades” y al leerlas se darán cuenta porque este título sugestivo pero, a la vez, tajante. En primer lugar el iniciado Arquímedes expresaba en el siglo II aC “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, notando con ello de la imperiosa necesidad de partir de un punto solido y seguro que permitiera mover el mundo, pues sin el piso firme no se puede hacer ningún movimiento sostenible. Mi primera verdad consiste en aceptar de manera voluntaria –al menos por ahora-, que TODA LA VERDAD NO HA SIDO CONTADA o al menos, no es conocida por el observador. Lo anterior es perfectamente válido para cualquier situación o propósito que se analice. Si el pensador solo tiene en cuenta la información que le transmite, por ejemplo, un solo canal de televisión, su opinión no corresponde con toda la verdad. Esto es igualmente válido cuando se trata de una noticia, un espectáculo, un fenómeno o una realidad ya sea del presente, del pasado y sobre todo del futuro. En investigación, esta precaución pasó a denominarse MARCOS DE REFERENCIA, es decir, que un problema que se desea solucionar debe estar circunscrito en una temporalidad, un espacio, una o varias teorías, etc., sugiriendo que entre más vasto sea el soporte, tanto más confiable es la investigación y, por ende, los resultados; no obstante, en la actualidad no es posible considerar el total del universo de teorías o preceptos alrededor de una idea, pues al introducir un concepto en un buscador (como Google, por ejemplo) se pueden obtener al instante cien millones de páginas que dan cuenta con alguna profundidad del concepto buscado.  
Volviendo  al tema de la primera verdad, se puede aceptar que todo lo que es posible saber y conocer acerca de un todo, no ha sido dicho, escrito o promulgado. Alguien guarda algo de esa verdad  y lo hace por motivos diversos, tales como la necesidad y el deseo de control posterior, el enriquecimiento o el celo profesional, en fin, pero una parte de la verdad queda enclaustrada. “No es porque digas la verdad, es porque nunca me has mentido”, al menos esto dice una canción española, y es que entre “No mentir” y “Contar solo una parte de la verdad” existe una gran diferencia.  ¿Cuántas fuentes se aceptarán como suficientes o confiables en una determinada cuestión?, eso lo dirá quien tenga el control sobre esa decisión. Hasta aquí se puede obtener por adelantado la primera conclusión de este escrito: Todo lo que se dice de un gobierno, de un estado, de una raza, de un accidente, de una catástrofe, de unas vacaciones, de una empresa, de las fuerzas militares o de los grupos al margen de la ley, NO corresponde necesariamente con toda la verdad. Piense en esto. Incluso, este  escrito no es toda la verdad.
Mi segunda verdad está relacionada con la primera. Sin embargo, antes de exponerla considero pertinente confirmar que toda búsqueda no lleva necesariamente a la verdad y que toda persona que “pregunta”, no siempre desea “saber” o “conocer”. Una persona puede pasar toda su vida buscando y no encontrar nada, la misma búsqueda agota su sentido en su proceso, por tanto buscar y encontrar pueden ser dos procesos completamente aislados y no necesariamente complementarios. Así mismo, cuando alguien busca, pregunta y encuentra, es posible que lo que halle no corresponda con lo esperado o buscado, pero este punto se tratará más adelante.
En tal sentido, mi segunda verdad es como sigue: AUNQUE TE CUENTEN TODA LA VERDAD, ES MUY PROBABLE QUE NO LA CREAS. El ser humano, por su misma condición de gregario, es dado a creer y seguir los impulsos del corazón y/o de la razón, no obstante cuando se trata de situaciones que se salen del consuetudinario vivir, la persona tiende a dudar de la veracidad de tal supuesto. Es curioso notar como los seres humanos son proclives a creer en apariciones de figuras divinas en objetos como peces, arboles o telas y, sin embargo, al momento de poner su fe sobre sí mismos tienden a dudar.
Sin importar de cual verdad se trate, por ejemplo la existencia de Dios, del diablo, la creación de un nuevo ministerio, el cierre de una empresa, la pandemia como consecuencia de una nueva enfermedad, el calentamiento global, la decodificación de genoma humano, la desaparición del sistema capitalista o el cambio de la estructura cerebral como consecuencia de la evolución humana, el fin de la pobreza y la miseria humanas, etc., la persona va a dudar de dicha verdad. No obstante, el problema no sería  problema si se tratase de una duda metódica Kantiana, pues ésta lleva a la construcción y, por ende, a la evolucion; si no que se trata de una duda inspirada en la ignorancia, el deseo de ser guiado y la necesidad de delegar la responsabilidad de pensar e indagar, al fin y al cabo, es más fácil culpar al otro. 
Mi tercera verdad consiste en que, AUNQUE TE CUENTEN TODA LA VERDAD Y LA CREAS EN SU TOTALIDAD, NO ESTARAS  DISPUESTO A SEGUIRLA Y HACERLA VALER.  La disposición a seguir a otro ser humano, a un dogma o a una corriente de pensamiento está mediada, entre otros, por la fuerza de voluntad o la tenacidad que se posea en determinado momento, y es así porque, no obstante la condición gregaria del ser humano, los preceptos que integre dicha verdad no siempre estarán de acuerdo con lo que una persona desea y considera fácil, bueno o verdadero. La verdad suprema o simplemente “toda la verdad”, tiene un valor intrínseco y está integrada per se; es decir, no se condiciona por las conveniencias personales, por lo cual, difícilmente coincide con apreciaciones y opiniones. “La voz integridad no es condicional, no se deja llevar por los estados de ánimo ni cambia según el viento y si al mirarla vemos en ella la cara de un hombre incapaz de mentir, sabremos que jamás lo hará”.
La cuarta verdad consiste en que “TODA LA VERDAD” NO COINCIDE CON AQUELLO QUE USTED IMAGINA O CREE.  Esta situación se puede ejemplificar de muchas maneras y se me ocurre el caso de quienes han tenido contacto visual o auditivo con otras realidades o planos de consciencia, siendo el estado clínico  de “coma crítico” una de sus expresiones. Al retornar de dichos estados, el ser experimenta una dificultad profunda para expresar lo que vio y sintió en dicha situación; el lenguaje parece inexacto y las emociones insuficientes para transmitir aquello que vivenciaron mientras estaban apartados del mundo físico o en presencia de una divinidad. Expresan cosas como “Jamás me hubiera imaginado a Dios de tal o cual manera”, “yo pensaba que estar muerta era esto o aquello”, etc. Si un gobierno, por ejemplo Estados Unidos, contara toda la verdad acerca de, por ejemplo, el viaje a la luna, seguramente sería bien diferente de cuánto hemos leído, escuchado y visto en los medios y, por ende, distaría de lo que creemos.
La quinta y última verdad cosiste en que, AUNQUE USTED NO LA VEA, NO LA SIENTA O PERCIBA, NO LA ESCUCHE, NO LA CREA O NO ESTE DISPUESTO A SEGUIRLA, SABE INTUITIVAMENTE QUE LA VERDAD COMPLETA EXISTE EN ALGUN LADO.  Esta aparente contradicción se fundamenta en el concepto de evolución de la humanidad, pues aunque las personas no recuerden o se nieguen a saber, ello no impide que la realidad sea real. Me explico. Al tomarse un jugo de zanahoria, la persona probablemente no sepa cómo y de qué manera el caroteno ingresa a su cuerpo, se asimila y se usa para producir vitamina A, es más, es posible que ni siquiera sepa qué es el caroteno; no obstante, esta ignorancia no impide que el intestino delgado lo  transforme en vitamina A para ser luego usado en diferentes procesos vitales dentro del  organismo. Otro ejemplo relacionado con el tema en cuestión consiste en saber que el primer recuerdo que guarda un ser humano, en la mayoría de casos, data de la edad aproximada de tres años, con lo cual pareciera que no hubiera vivido los tres primeros años de vida. ¿Qué ha sucedido allí?, ¿Por qué las personas solo recuerdan a partir de sus tres primeros años de vida? Ciertamente los motivos para este aparente olvido no son el tema de este escrito, aun cuando el autor considera resuelta esta cuestión. En fin, aunque usted no recuerde sus primeros tres años de vida, es claro que usted los vivió y esto lo acepta sin dilación. Así mismo sucede con la verdad total: aunque no la conozca, puede estar seguro y, de hecho, está seguro que existe y que un día la creerá y la seguirá, aun cuando ésta no corresponda a aquello que usted soñó, creyó o esperaba de la vida.
Si desea conocer toda la verdad, no se limite a una fuente, pero tampoco se vaya al otro extremo: Creer todo aquello que las fuentes dicen. Una posición sana es acercarse a la información y al conocimiento con la mente dispuesta a entender y luego a comprender. Lea, escuche, piense y analice aquello que le llega a través de sus cinco sentidos, luego contrástelo con aquello que considera mejor, pero tenga en cuenta que el sexto sentido –la intuición-, ya está en proceso de desarrollo y por tanto, tiene otra herramienta que puede utilizar en su beneficio en tanto los siete sentidos se abran completamente. Hasta entonces utilice la duda metódica para separar la paja del grano pues aunque los cinco sentidos básicos llevan muchos años al servicio del ser humano, es también cierto que estos son imprecisos y engañosos, baste solo mirar un mago o un prestidigitador, cuyo poder se lo otorga la lentitud de la vista y la rapidez del tacto. 


PD: Este post está dedicado a Carlos Adolfo Rivas, más conocido como El Loco o simplemente, Funes El Memorioso, quien ha acumulado tanto conocimiento en su cerebro que le hace competencia a MS Encarta. Un buscador, analista nato e inquisidor de la vida, todo un personaje de la Otra Orilla.

sábado, 12 de junio de 2010

TOMAR POR TOMAR…TOMAR CONSCIENCIA



Por ELIPER F&E
Junio de 2010

Siguiendo con la temática central de este blog, hoy se abordará el tema de la toma de consciencia del individuo en algunos de sus campos de expresión. Sin embargo antes de adentrarse en tales consideraciones es necesario aclarar algunos conceptos básicos que permiten comprender desde donde se está hablando y hacia donde se quiere llegar.
En primera instancia, es pertinente declarar que el ser humano tiene una misión que desarrollar en cada una de sus existencias y, por  tanto, es claro que viene de algún lado y va  para otro lado; solamente en un cerebro poco desarrollado cabria la posibilidad de creer que setenta u ochenta años son suficientes para hacer aquello que se ha venido a hacer, y que el esfuerzo sostenido que libra una persona acaba cuando el cuerpo físico deja de serle útil. En este sentido, seria deleznable si se considerara, por ejemplo, el caso de un ser que habita en condiciones infrahumanas. Esto último nos lleva a la segunda consideración importante: el ser humano es mucho más que un cuerpo físico, lo cual se puede comprobar en ejemplos sencillos pero fuertes como lo son los mutilados de guerra o los pacientes de operaciones de extirpación de órganos,  quienes, a pesar de haber perdido un brazo, una pierna o algo mas, siguen siendo completamente humanos; por tanto, la posesión de un cuerpo físico no es condición suficiente para destacar como ser humano. Posiblemente algunos animales se comporten mejor que muchos seres llamados “humanos”. En fin, siendo aceptado que el ser tiene una misión que desarrollar y que es mucho más que un cuerpo físico, podemos pasar a la tercera consideración: la toma de consciencia. Se suele considerar que los hombres y mujeres, por el hecho de ser seres racionales, están llamados a comportarse de manera lógica, propia, recta y evolutiva, no obstante la realidad muestra otra situación. El desarraigo, el arrojar basuras a las calles, el contaminar los ríos y destruir los bosques, el matar y aniquilar otras especies más débiles y la exclusión social son solo algunos ejemplos de los comportamientos que pondrían en duda la condición humana y racional de los seres que habitan este planeta. Posiblemente si un extraterrestre llegara a la Tierra se sentiría contrariado al ver semejantes comportamientos. Mas  el objetivo de este post no es hacer una diatriba en contra del ser  humano,  todo lo contrario.  Al final espero dejar una luz de esperanza y una esperanza de aprendizaje continuo como un acto de fe en la humanidad.
Cuando un individuo se ve forzado a aceptar ciertos hechos como reales (ya se trate de confrontar, afrontar y aceptar la muerte como una realidad, o simplemente de aceptar que el comportamiento del ser humano no es lo que lo hace humano), empieza a andar un camino que lo lleva a incrementar el grado de conocimiento y de credulidad, dado que las causas empiezan a serle menos desconocidas. Este camino se sigue cuando se desea eliminar los miedos y temores de un individuo. La ignorancia es tan  culpable como la omisión y, en tal sentido, es un deber humano romper el velo que lo separa de la verdad, sea cual sea ésta.  Al indagar por las causas, se empiezan a comprender los porqués de las consecuencias y la vida se pone a favor del ser que muestra gallardía y valentía a la hora de tomar en sus manos las riendas de su propia existencia. Estamos ahora hablando de toma de consciencia.
Empezar a tomar consciencia es un proceso doloroso en ocasiones, que  puede llevar al individuo a alejarse de futuros intentos, pues en su afán de preservación, condición innata en todas las especies, buscará refugio en la seguridad de la ignorancia, la inercia o el equilibrio de los opuestos. Pero la evolución es un ave que aguijonea al  ser y, por tanto, vuelve a intentarlo hasta que logra dominio de la situación deseada, esto le permite en futuras ocasiones, aplicar el conocimiento adquirido en el sentido que estime conveniente. El niño que siente por primera vez la descarga de la energía eléctrica correr por su cuerpo una vez introducido el dedo en la fuente, no vuelve a intentarlo. Aquí se ha tomado consciencia, es decir, se ha realizado un aprendizaje que puede ser continuo e ir paralelo al proceso de evolución o la misión del ser humano. La paridad que tengan estos dos procesos está relacionada con el avance lento o rápido en la senda. Se puede tomar consciencia de todo: desde la importancia de ingerir de forma adecuada los alimentos, la importancia de hacer el trabajo que se debe hacer, el cumplir con la palabra empeñada, el cuidar la naturaleza y proteger al débil, etc. En todos estos  casos existe un avance importante en el camino correcto.
No obstante, si bien el dolor es uno de los caminos certeros en el cambio de consciencia individual, también existe la posibilidad que la persona aprenda de los comportamientos y experiencias ajenas y desde allí moldee y ejecute cambios conductuales, no obstante esta no es la situación mas común, usualmente el individuo precisa equivocarse para aprender a actuar correctamente. Además de estas dos formas de cambio de consciencia, también se tiene la adoración o el éxtasis que permite a algunos individuos proclives al amor iconográfico, realizar grandes proezas en pro de su propio mejoramiento personal. Un caso particular de toma de consciencia se puede observar en las personas que han estado en estado de coma critico o de extrema postración, cuando al salir del mismo, consideran profundamente que están en esta tierra por un motivo especial,  casi siempre religioso y, por tanto, modifican sustancialmente su comportamiento.
Ahora bien, hasta aquí el tema de cómo tomar conciencia, hablemos del porqué tomar consciencia. Una justificación acerca de los motivos para emprender y comprender la importancia de la toma de consciencia, está relacionado con los cuerpos internos del ser (sea etérico, astral o mental), los mismos que sirven de vehículo al ego en tales planos de realidad. El ego (que se puede identificar por ahora como el alma) presiona para que el ser personal (personalidad)  asuma su camino evolutivo a la brevedad, al fin y al cabo, el ego conoce el camino de venida y de regreso del alma.  Él sabe que toda tardanza y todo alto en el camino, significan un estancamiento o una involución del ser, es así que presiona para que se haga aquello que se debe hacer. Un ser tiene que hacer aquello que un ser tiene que hacer. Es algo así como cuando amanece el lunes en la mañana y está lloviendo, pero sabes que tienes que ir a trabajar,  y no hay forma de tranzar con el jefe o la empresa, sencillamente te vistes con el traje impermeable y te lanzas a la calle. Así sucede con el deber del individuo, cuando este lo ha introyectado, es decir, cuando es consciente.
Finalmente quiero referirme a algunas razones para tomar consciencia. Si estas consciente de que tienes que ir a trabajar ese lunes, aun cuando este lloviendo, simplemente evita sentirte mal o deprimido por tener que ir a la empresa, pues ya eres consciente que debes cumplir con tal deber. Esto te evita sentirte mal y somatizar situaciones que afectan de manera clara y fuerte la optima condición física del cuerpo. Muchas enfermedades y situaciones difíciles actuales son consecuencia de desordenes mentales, anímicos o volitivos y están referidas a situaciones vividas en años anteriores e, incluso, en vidas pasadas. Tomar consciencia de lo anterior te permitiría sanar más pronto de lo que señala la farmacopea actual. Seguramente algunos tipos de cáncer y enfermedades degenerativas también estén relacionadas con situaciones mentales y tengan cura en planos superiores al físico, sin embargo en tanto subsista la ignorancia y, sobre todo, la apatía a aprender, indagar y comprender, el ser humano seguirá enfrentándose a su propia deshumanización y su continua dependencia de la medicina alopática  que, en la mayoría de los casos, solo sirve de paliativo del dolor pero que no llega a curar la enfermedad, pues el origen de la misma se encuentra en otra realidad que desconoce. La condición mental, etérica y física actual, determinara el estado futuro, por tal razón, empiece hoy mismo a sanar su propia existencia: modere su alimentación, mejore sus pensamientos, medite sobre sus deseos y controle sus pasiones, esto asegura un mejor mañana.  




domingo, 6 de junio de 2010

DE LA ETERNA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL


Por Eliper F&E
Junio de 2010
En las grandes hazañas se gestan los grandes hombres y de las grandes crisis, surgen las grandes oportunidades. Nunca nada se construyó desde la nada. Un simple soplo de viento, una brizna suave, un copo de nieve, generan un impacto que luego se evidencia en otras realidades. La construcción solo es posible desde el desequilibrio de los opuestos, en tanto que la preservación es propiedad del mismo equilibrio, lo cual explica en parte el surgimiento de  conceptos como la pareja, el matrimonio, arriba y abajo, blanco y negro;  en fin, el bien y el mal. La eterna lucha entre el buen Dios y el malvado Diablo se pone de manifiesto. Pero los opuestos luchan por algo, por la posesión de un trono, de una joya, de un estado del alma o por el alma misma, según cuentan algunas escrituras. De esta eterna lucha, de dónde se libra y de los motivos que conducen a ella, se trata precisamente este post. Veamos:
La creación del universo es producto de la lucha entre pares de opuestos, pues el principio creador es inicialmente latente o potencial, hasta que un impulso lo lleva a moverse, a hablar o a iniciar la creación. Posteriormente cada ser inicia su propio proceso evolutivo en el que se manifiesta la lucha entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, lo que le gusta y lo que debe hacer. Esto explica en parte el por qué  la verdad no siempre es agradable y justifica la pregunta que le hago a quienes me inquieren por alguna razón personal: ¿Quieres la verdad o simplemente, algo bonito? Cuando un ser humano busca, lo más probable es que encuentre, razón que lleva al insigne Bernard Shaw a decir: “Ten cuidado con lo que deseas, porque seguramente lo conseguirás”. Cuando preguntas, ¿Realmente quieres saber?, es posible que solo tengas curiosidad y no un ferviente deseo de saber, de mejorar o de aprender, es decir, de evolucionar. Siguiendo con el análisis de la eterna lucha, podríamos decir que en un comienzo los hombres estaban enfrentados a los dioses y que Cain luchó contra Abel, significando con ello la imperiosa necesidad del ser humano de evolucionar, pues el choque –violento o no- entre dos culturas, dos personas, dos animales o dos razas,  es la clave de la supervivencia de una de ellas, pues  al final se impone uno de los dos bandos.
Lo anterior está ejemplificado en casi todas las cosmogonías y mitologías del mundo y, particularmente se manifiesta al interior de cada persona (este punto merecería un post entero). El campo de batalla o kurutshetra (como se lo llama en la literatura Inda) no siempre está afuera, también existe dentro de cada persona, y se manifiesta cuando éste debe tomar alguna decisión entre pares de opuestos. Quizás una de las luchas entre opuestos más relevantes   de la historia  corresponde al encuentro sangriento entre los príncipes Pandavas y sus primos, los príncipes Kuravas por el reino de Hastinapura  (actual Delhi). Después de aniquilar en franca lid  a sus primos, tíos, amigos y reyes, el príncipe Arjuna entra glorioso al reino Devacanico según su condición de humano; sin embargo esta lucha no es gratis, tiene unos antecedentes y unos consecuentes relacionados con el inicial triunfo de la materia sobre el espíritu (concepción y nacimiento del ser) y, finalmente, el regreso triunfal del espíritu a su casa paterna  venciendo el mundo de Maya (la ilusión). Esta misma caída (¿caída del Paraíso o Ángel Caído?)    se muestra en los estudios serios sobre la Kabala Judía realizados por Dione Fortune, en donde Malkuth corresponde al mundo de la materia y Keter a lo Inmanifestado.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       
Otro ejemplo clásico de los pares de opuestos lo concibe don Miguel de Cervantes y lo traduce en su Don Quijote de la Mancha, en donde el bueno de Sancho Panza encarna el aspecto material del ser, la sabiduría pragmática, simplista y burda (Cuerpo físico), frente a Don Quijote quien muestra el lado espiritual del ser, la sabiduría producto del estudio concienzudo, serio y disciplinado (espíritu), y que no  pueden estar alejados uno del otro en el camino de la evolución.
Ahora bien, es curioso notar que la lucha por el triunfo en la batalla  termina atando al ser a los resultados, al menos así es en los primeros tiempos de la evolución, surgiendo con ello una aparente contradicción: La lucha por la libertad, encadena. A simple vista esto es cierto, pero un examen profundo revela que dicho encadenamiento es temporal, pues al final se tiene que hacer un total juego de desapego si se desea avanzar, un caballo sobrecargado de peso no puede avanzar aun cuando el camino sea llano. Esto último es lo que señala Robert Fisher en su Caballero de la armadura oxidada, cuando nuestro héroe tiene que soltarse de la roca donde estaba asido colgando en un precipicio sin aparente fondo.  Si se desea avanzar, crecer o moverse, es condición sine qua non soltar las amarras que atan al pasado, al presente o a cosas vanas. Deshágase de cosas obsoletas: las viejas maneras de actuar, de pensar, de hacer las cosas; termine con el uso de aquella manida frase: “Es que aquí las cosas siempre se han hecho así” o “Es que yo siempre he sido así y no puedo cambiar”; experimente nuevas formas de hacer lo usual, acérquese a otras posibilidades de pensar, de hablar y de actuar; permítase evolucionar, porque al final, el bien debe triunfar y, esto es así por una sencilla razón: la evolución humana tiende hacia algún lado, y ese lado es lo positivo, lo bueno, lo moral y ético que siempre le ha traído el bien a la humanidad, por tanto, todo lo que esté en contra del bien humano, está en contra de su propia evolución. Es así. Libre su lucha con la espada del bien, de la justicia y la rectitud en sus manos, comprenda que debe participar en la lucha porque el miedo nunca es inocente y el cielo no se gana solo con no hacer el mal, también es necesario hacer el bien, luchar en su propio Kurutshetra, y si requiere inspiración y motivos para participar en la batalla, le recomiendo la lectura y aplicación del libro El Bagavad Gita. Buen viento os acompañe y que tengáis fortaleza en el fragor de la batalla.


Esta post esta dedicado a Miguel Ángel Perez, un luchador de batallas insondables, incansable buscador de Dios y seguidor  acérrimo de sus postulados. Tendrás ahora sin duda tu enorme casa con todos tus hijos al lado y abundancia sin par en honor, lealtad y amistad. Con amor fraternal.