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martes, 9 de diciembre de 2014

DE COSAS NORMALES Y DE RAZONES SUFICIENTES


En una época de cambios dentro de un cambio de época como en el que estamos, muchas cosas se hacen posibles pero muchas cosas cambian. Dentro de estos cambios existen niveles y también hay direcciones; se presentan posibilidades y se abren opciones. Nueva luz es arrojada sobre viejos problemas irresolutos y otro empuje es adherido al desgastado y absurdo movimiento que mantiene viva la rutina de cada ser humano. Es necesario cambiar. Pero no se trata de cambiar por cambiar, de moverse de un lugar para ocupar el mismo espacio en otro sitio. Es mucho más que eso, es más que hacer un giro de 360 grados (frase acuñada por una reina del desgastado concurso de belleza). A continuación destacaremos algunos cambios e intercambios notables en relación con lo que el común de las personas aceptamos como normal y como anormal. Veamos si no:
Carnes y vegetales en bolsa plastica, es normal?
-          La Normal de Varones y la Normal de Señoritas. Ambas escuelas se transformaron en la Escuela Normal, lo cual es perfectamente normal para una sociedad que se precie de incluyente.
-          La obligatoriedad de acudir a la escuela (colegio, universidad) por imposición de otra institución como la iglesia católica o la policía nacional, se transformó hace un tiempo: ahora la imposición la hacen otras instituciones como las multinacionales o el Estado mismo.
-          En el matrimonio: “Hasta que la muerte los separe”, se transformó: “Hasta que los separe la muerte del amor
-          Normal era que el policía atrapara al ladrón. Normal es que el ladrón sea el policía y nadie los atrape a los dos.
-          Normal es evidenciar los cambios, anormal es hacer este tipo de clasificaciones.
Estas son solo algunas de las cosas que se pueden comparar y calificar de normal o anormal dentro de una sociedad como la nuestra. Claro que es interesante preguntarse por las razones que llevan a un ciudadano de a pie a hacer dichas clasificaciones, porque, entre otras cosas, ¿es normal que…
-          Que un ciudadano honrado que trabaja 12 horas en una construcción (o conduciendo un taxi, cuidando un adulto mayor, enseñando matemáticas, atendiendo un hogar ajeno o una recepción, etc.) se gane 500 mil pesos mensuales, mientras que un deshonesto Congresista (padre de la patria -hay de padres a padres y de patrias a patrias-, un gobernador (que desgobierna con sus propios delitos) o un banquero (que se apropia del dinero del trabajador honrado), se ganen diez y hasta 50 veces más que el trabajador de a pie?
-          Sigamos eligiendo cada cuatro años a un presidente mentiroso (siempre incumplen las promesas electorales), corrupto (terminan robando el presupuesto público), incapaz (nunca hacen algo realmente importante por la población más pobre y necesitada), miserable, mezquino, perverso, abyecto y canalla (siempre impone más impuestos para preservar su estatus y mantener a los pobres en su pobreza)?
-          Subsista la política como una profesión? Y quizás de las más importantes, cuando años, siglos de historia han demostrado lo profundamente corrupta que es?
-          Haya partidos políticos, cuando está suficientemente demostrado que somos una misma especie: La humana y que, por lo tanto, solo un partido podría existir: El humanismo o humanista?
-           Que la gente siga viendo masivamente la televisión, especialmente cadenas y programas cuyo único objetivo es “animalizar” (pido excusas a mis grandes amigos, los animales, pero este término es necesario aquí para referirse a un proceso de involución, nada mas), aunque para efectos de precisión, podríamos inventar el término “estupidizar”, un nuevo verbo que estaría de moda, además es pronominal: “Yo me estupidizo, tú te estupidizas, él se estupidiza… etc”.
Porque si todo esto es NORMAL, entonces también lo es el hecho de que muchos de esos canallas que se apellidan “alcaldes”, “congresistas” y “gobernadores” sigan pensando que la solución al problema del tráfico vehicular pasa por aplicar y ampliar el “pico y placa”. Esta medida lo que hace es trasladar el problema de circulación y movilización al ciudadano, pero sucede que este es un problema del Estado, no del ciudadano. Compren más predios a precio justo y amplíen las calles, en lugar de pensar en atacar y reducir las libertades ciudadanas.  Ahora bien, podríamos volverlo un problema del fabricante (al fin y al cabo esos oscuros personajes son multimillonarios) y obligarlos a que NO produzcan más coches. Me imagino a un Congresista diciendo: “Señores propietarios de Mazda, a partir de mañana solo podrán producir y vender 10 vehículos por día, pues no hay lugar en las calles para más coches”.  Para cada problema, existen al menos tres soluciones, lo que sucede es que por ignorancia terminamos aceptando aquella que nos afecta el bolsillo. Estamos pagando por electricidad (cuando el sol la provee gratuitamente) y por agua (cuando los ríos la proporcionan sin costo alguno), pronto empezaremos a pagar por el aire.    
Pero lo peor de todo esto es que hemos aceptado lo anormal, lo inmoral, lo absurdo y lo estúpido, como NORMAL, y yo me pregunto: “¿Es esto normal?
Escríbale al autor (aunque creo que no es normal):
JossP

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