Las triadas siempre han sido
la forma en cómo se realizan las construcciones, se llevan a cabo los cambios y
se renuevan las estructuras. A veces estos tres elementos son visibles,
tangibles y cambiantes en su aparición o actuación, pero otras veces son
tremendamente sublimes, imperceptibles y a la vez efectivos. Y es que el
universo mismo no podría ser creado de otra manera, tal como el nacimiento de
un ser humano (así como el de casi todas las especies) precisa del concurso de
otros dos seres. Tal como históricamente se nos ha dicho, cada uno de estos
tres aspectos tiene sus funciones particulares y representan una
manifestación del Todo (un Todo único y
completo, pero inmanifestado). La tabla 1
presenta una sencilla conformación de algunas de las principales triadas que
nos han llegado al presente.
Aspectos de la conciencia del
Logos
|
Brahama-nismo.
|
Hinduismo
|
Zoroastrismo
|
Cábala
|
Catolicismo
|
Teosofía
|
Aspectos del alma
|
Pléyades
|
Voluntad
|
Ananda
|
Brahma
|
Kriya
|
Keter
|
Padre
|
Amor
|
Voluntad
|
Hesperia
|
Sabiduría
|
Chit
|
Vishnu
|
Jnana
|
Binah
|
Hijo
|
Poder
|
Servicio
|
Eritea
|
Actividad
|
Sat
|
Shiva
|
Ichcha
|
Chochmac
|
Esp. Santo
|
Sabiduría
|
Amor
|
Eglé
|
Tabla 1: Diversas trilogías.
Comprender las razones por las
cuales se necesitan estos tres componentes para la evolución nos permite
adentrarnos un paso más en nuestro propio compromiso de crecimiento y
desarrollo espirituales. Un creador, un conservador y un destructor son
necesarios, tal como se aprecia en este ejemplo cotidiano:
“En un banco de la plaza se halla una persona
inmersa en su propia realidad, pensando y recreando su propio mundo de ideas;
sumido en un mar de elucubraciones, no expresa nada, no produce nada –nótese
que hasta ese momento no existe ninguna manifestación externa de esa su
realidad-. Más tarde llega su mejor amigo y le pregunta: ¿Qué estás haciendo?
En este momento el primer sujeto inicia una explicación de todo cuanto está
pasando por su mente, de sus temores, sus alegrías, sus inquietudes frente a
aquello que está pensando. Le comenta sus conclusiones. El segundo personaje le
refuta aquellas conclusiones y lo invita a reflexionar en tal o cual dirección,
obteniendo una respuesta contundente del primero. La discusión se acalora
mientras el segundo trata de rebajar y destruir los postulados del primero”.
Hasta aquí tenemos dos
manifestaciones: El creador y el destructor. Mientras uno
construye postulados, teorías, presupuestos, el otro los refuta, los destruye.
Cabe anotar que, con algunas variantes, esta es una forma de aprendizaje
utilizada por algunas escuelas Tibetanas en donde la refutación hace parte de
la creación. Pero sigamos adelante con nuestros dos personajes. Acto seguido
aparece en escena el tercero, el conservador:
“Después de largas horas de debate, llega al parque un
tercer amigo y se une a la pareja, que ahora se conforma en un trio. Esta
persona es más sensata y procura calmar los ánimos escuchando a ambas partes y
hallando los puntos de coincidencia y de desavenencia. Acerca posiciones
distantes y encamina la discusión hacia la obtención de conclusiones válidas
para ambas partes”.
Este sencillo y prosaico
ejemplo permite visualizar en menor escala las funciones de las tres manifestaciones
del Todo. Pero, ¿Qué sucede a nivel superior? Pues a escala
universal tenemos un poco de lo mismo, pero más elevado, más sublime y
trascendental. Un Creador (que se encuentra inmerso en su propia realidad),
voluntad o potencialidad; sin movimiento, sin manifestación; que lo contiene
todo pero no es ese todo. De ese “Primer
Aspecto” emana el Segundo,
totalmente diferenciado y contenido en el Anterior,
pero no es una porción, es también el Todo
mismo. De la interacción de estas dos manifestaciones, se deriva o expresa el Tercer Aspecto. O dicho en otras
palabras: “El que habla, con Quien habla
y de Quien se habla”. Algún importante rabino judío lo ejemplificó magistralmente con estas palabras: “La Luz que todo lo contiene busca la forma
de manifestarse y crea la Vasija para que reciba su Luz, posteriormente esta
Vasija decide también dar Luz y se transforma en la Fuente”. En el plano
físico vemos la triada como las tres cualidades de la materia: Inercia, Ritmo y
Movilidad y también en las denominadas “Gunas”:
“Tamas, Satvas y Rajas” (con sus
respectivos tipos de alimentos).
Pero ¿qué relación existe
entre las Triadas y el título de este post? Pues bien, “Vivir un día a la vez, con valor
y sabiduría, sabiendo que todo es pasajero”
corresponde a una triada que se puede trabajar en nuestra
cotidianidad. Vivir el presente,
construir, pensar, repensar, asimilar, contemplar y asumir todo lo que esté
dispuesto a darnos ese día. Apropiarnos de nosotros mismos durante ese único
día que tenemos por delante. Un instante donde cada acción cuente, sea
importante aunque se trate de cosas tan cotidianas como cepillarnos los dientes
o ir al trabajo.
“Con valor y sabiduría”: Todo lo que hagamos ese día merece nuestra más
profunda atención y todo el coraje del que dispongamos. No amilanarse por los
desafíos que ese día nos tenga preparados. Afrontar nuestro destino con
honestidad, sinceridad y responsabilidad. Tener presente que, posiblemente, el
único “pecado” por el que nos juzgarán
es por no haber intentado algo. Que la
lección más grande no consiste en tener éxito o en fracasar, sino en haber
realizado el esfuerzo necesario con todo nuestro potencial.
“Sabiendo que todo es pasajero”: Al final, todo pasa. Nada perdura.
La felicidad y la infelicidad se van; a un estado de serenidad y paz le sigue
otro de inquietud y movimiento. Hay un tiempo para nacer y otro para morir; uno
para sembrar y otro para cosechar. Los ciclos son los que posibilitan el
avance, por lo tanto, actuemos decididamente en el presente con la certeza que
todo pasará. Construyamos nuestro propio mándala
con toda la dedicación, la pulcritud y el amor que podamos expresar, pero con
la total convicción que al terminarlo, será destruido.
---------------------------------------------------------
Escríbale
al autor:
JossP
JossP
Email:
2262287343@qq.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario