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martes, 24 de agosto de 2010

EL ARTE DE DESEAR


Por Eliper F&E
Agosto de 2010

Una de las principales condiciones del LOGRO es su etapa inicial: EL DESEO. Desear es una condición inherente al ser humano; todos y todas de alguna manera deseamos algo: un coche, una casa, una mujer, un hombre, un empleo…en fin, deseamos todo el tiempo. Pero, ¿Por qué deseamos? Y, ¿Cuál es el proceso para desear de modo efectivo? En este post hablaremos de estas dos situaciones tan propias de la condición humana.
Inicialmente se puede decir que tanto el deseo como la necesidad, la crisis, el placer y la evolución, entre otros, son motores que impulsan el progreso y motivan el avance hacia otra condición, misma que puede ser dextrógira o levógira, positiva o negativa, hacia adelante o hacia atrás, pero que necesariamente implica un movimiento, es decir, posee un dinamismo. Cuando se desea a otra persona, por ejemplo, el objeto de deseo motiva a hacer cosas en pro de lograr poseerla; idéntica situación se sucede con objetos materiales. El constante pensamiento puesto en el objeto deseado motiva la acción de logro, con lo cual se establece la condición positiva del deseo, razón por la cual en Teosofía se le ubica en un tercer estadío de evolución. Ahora bien, el deseo necesariamente está relacionado con algo que NO tenemos o no poseemos, pues una persona no desearía aquello sobre lo cual ya tiene total dominio. Esto último es importante comprenderlo, pues podemos inferir, entonces, dos situaciones:
1.       Se deja de desear algo cuando se posee, y
2.       Al poseer algo, es posible que ese objeto o persona, no cumpla con las expectativas.
Ciertamente el desear está mediado por otros elementos tales como la capacidad de ensoñación que tiene la persona que desea, el capital intelectual, la actitud frente a la vida, el tamaño de los sueños y aspiraciones, en fin, el grado de evolución del ser. Una persona poco desarrollada espiritualmente suele soñar constantemente con cosas materiales relacionadas con su grado de evolución, en tanto que un devoto deseará constantemente  cosas o situaciones un tanto más subjetivas, más etéreas y espirituales. En todo caso, más importante que acordar que el ser humano desea por condición, nos es pertinente reconocer que existe un proceso para desear de forma correcta y así evitar tropiezos, disgustos o el tener que aceptar cosas o situaciones que no deseamos en esencia.
La primera situación a considerar en un proceso de deseos está relacionada con discernir con la mayor claridad posible el motivo del deseo. ¿Por qué estoy deseando tal o cual cosa o persona?, ¿Qué espero encontrar en dicha situación?, ¿Qué es lo que me puede aportar o yo le puedo otorgar a esa persona?, etc. Estas y otras preguntas fijarán la pauta para empezar a desear, con lo cual se tiene que desear puede y debe ser un proceso lógico y no una mera imposición de la mente subconsciente del individuo,  misma que lo lleva a adquirir objetos y relaciones alejadas por completo de sus reales necesidades. Condición de sufrimiento que encadena a la ciclicidad propia del aprendizaje en contexto.
Acto seguido, la persona debe identificar si su deseo se encuentra en lo que Ophiel llama LA ESFERA DE DISPONIBILIDAD, es decir, determinar si el objeto o la persona deseada se encuentra próxima o lejana a sus reales posibilidades. Por ejemplo, si se es estudiante de primer semestre de administración de empresas, la posibilidad de ser designado Ministro de Hacienda del país se encuentra, ciertamente lejana. Mida sus posibilidades reales de logro. El paso siguiente puede ser ubicar un recordatorio constante del objeto o ser deseado, de manera que todo el tiempo se pueda contemplar y, de ese modo, tener presente que se está trabajando en su consecución. Una foto, un diagrama, un sonido o un olor pueden ayudar en esta fase. En este momento es bueno recordar que el MERECIMIENTO existe y, por tanto, la posibilidad de logro también está dada en la medida en que se merezca o no la posesión del objeto o el ser. En este punto soy reiterativo en señalar que, aunque usted no conozca cómo y de qué manera el caroteno presente en la zanahoria, entra al cuerpo y desde allí actúa en su bienestar; aunque usted lo comprenda o no –insisto-, el caroteno actúa en su beneficio; quiero decir, que el desconocimiento del hecho no elimina su efecto. Pues bien, para comprender el merecimiento es necesario remitirse en algunos casos a vidas anteriores porque –reitero-, más allá de que usted crea o no en ello, es un hecho. Trate constantemente de MERECER, de hacer y generar las condiciones necesarias  para merecer.
El siguiente paso en el proceso del deseo puede ser trazar la estrategia adecuada para lograrlo y dejar que las cosas sigan su propio ritmo. Cuando se lleva sobre el papel el diseño lógico y coherente del modo en que se realizará nuestro deseo, la mente y la vida se pone de nuestro lado, las situaciones confabulan en nuestro beneficio y las soluciones se van dando de forma natural. Tenga un poco de de paciencia, las cosas no llegan en el tiempo o circunstancias que usted las desea, sino cuando le son apropiadas. Esto último no significa que podamos sentarnos a esperar que todo se presente de forma espontanea, o por arte de magia, no. Las cosas llegan cuando existe un merecimiento de por medio, gracias al trabajo, la dedicación y entusiasmo que ha puesto en ellas. Una estrategia es básicamente un COMO, es decir, un camino. Esto, escríbalo con claridad, diga cuales son los caminos por los cuales podría estarle llegando ese objeto o ser de deseo; analice con prontitud sus posibilidades y determine las fuentes de donde podría emanar el objeto o la persona deseada, sin embargo, tenga en cuenta que los deseos involucran emociones, tanto en su comienzo como en su fin último, por tanto considere la tabla que se anexa al final de este post para que visualice y controle las emociones dimanantes de los deseos. Esto le ayudara en su proceso de logro. Controle las emociones y alinéelas  en su favor.
Finalmente, ponga todo su empeño en hacer que su deseo se vuelva realidad. Hable con las personas involucradas en su estrategia, realice las acciones que considere necesarias para funcione, tienda las conexiones que estime convenientes para que su deseo se realice. Sea persistente, tenaz, asiduo, lógico y eficiente con los recursos que necesita. Tenga la cabeza en el cielo pero los pies en la tierra. No desfallezca en su proceso. Por muy empinado que se presente el camino, tenga la certeza que en la cima encontrará el tesoro buscado. De esto no hay duda, el problema en si no consiste en saber si el éxito estará al terminar el camino o no, el problema real consiste en que debe determinar si lo que desea es lo que realmente necesita para su evolución. Esto último es cosa de maestros, es cosa de sabios. Trate de desear con sabiduría y no con placer; desee por beneficio común, y no por satisfacción personal; desee buscando avanzar en el camino evolutivo y no por mera complacencia física.

GÉNESIS DE LAS EMOCIONES[1]
Relación hacia el objeto
Elemento-Emoción Primario
Grados de emoción
Cualitativa
Cuantitativa

AMOR AL…


Superior


Reverencia
Culto
Adoración
Reverencia
Estima
Respeto
Admiración

Igual


Afecto
Afecto
Camaradería
Amistad
Cortesía

Inferior

Benevolencia
Compasión
Ternura
Bondad
Lastima

ODIO AL…

Superior

Temor
Horror
Terror
Temor
Aprehensión


Igual


Ira
Hostilidad
Rudeza
Aversión
Frialdad
Distanciamiento

Inferior

Orgullo o Tiranía
Desprecio
Desdén
Menosprecio
Arrogancia



[1] Tomado de: Arthur E Powell. El cuerpo astral. Editorial Sirio, p264. 


 Este post está dedicado a Susana Garzón. Profesora, amiga, buscadora, interrogante y luchadora; compañera de viaje y seductora de la realidad. Algún día deseó con toda el alma encontrar cosas y lugares y ahora tiene lo que merece. Sin duda, un personaje de la otra orilla. ¡Qué disfrutes todo lo que ahora posees!, amiga mía. 

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