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viernes, 10 de junio de 2011

DE LA IMPORTANCIA DE VIVIR EL INSTANTE PRECISO



“…De la cuna a la tumba, es una escuela; por eso lo que llamas problemas son lecciones y la vida es dinámica,  por eso está en constante movimiento,  por eso sólo debes estar atento al presente,  por eso mi madre decía: "Yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios", por eso  Jesús decía: "el mañana no interesa, él traerá nueva experiencia, a cada día le basta con su propio afán…". 
Facundo Cabral. No estás triste, estás distraído.
¿De qué sirve sufrir si al final todo pasa?, ¿de qué sirve amar si al final todo termina?...la vida es un continuo movimiento, cambio permanente que siempre te da revancha para que te puedas volver a parar y seguir avanzando. “está permitido que te caídas, pero no que te quedes en el suelo”. Una vez definidas las condiciones que nos hacen más humanos y mejores, es pertinente abordar el tema de vivir el momento preciso, de estar preparado para actuar cuando las herramientas pasen por nosotros, lo cual nos llevará a responder las anteriores preguntas y otras más que veremos a continuación.
Cuando me preparo, estudio y trabajo duro, entonces tengo buena suerte. Dado que la casualidad no existe, estamos abocados a responder a las presiones de las leyes naturales y en mayor o menor medida, nuestra vida se rige por la interacción entre las leyes de la vida y nuestro libre albedrio que nos lleva a  escoger o seleccionar las actuaciones que nos parecen más apropiadas. Al final, creemos que nuestro destino se rigió única y exclusivamente por nuestro accionar, y no nos damos cuenta que algunos factores externos han ejercido gran influencia en los resultados. Pero,   tal como sucede, por ejemplo, con un jugo de zanahoria, el cual sabemos que le hace bien al cuerpo físico, aunque no sepamos cómo y de qué manera el caroteno se transforma en vitamina A para ser almacenado en el hígado…así mismo sucede con la existencia: No podemos definir con claridad la forma en como las leyes divinas o superiores influyen en la construcción de nuestro destino, pero podemos dar por hecho que allí están y que sirven de faro guía en nuestros días. Un trabajo de vida consiste precisamente en comprender la naturaleza de la existencia en  este planeta, las implicaciones que tiene el haber nacido y la asimilación del objetivo de la vida como parte de nuestro destino, y para lograrlo es conveniente vivir el momento preciso, con toda la intensidad y la luminosidad que nos traen los rayos del sol.  
Y, hablando del sol, existe la creencia popular de “sacar los niños al sol después del baño para que se calienten”. Así se ha hecho durante generaciones sin que la mayoría de las madres tengan otra idea de esta situación, sin embargo la realidad es que las primeras madres sabían que los rayos del sol aportan al cuerpo físico la vitalidad necesaria para sostener la vida. El bebé se “recarga” con el Prana (Vitalidad) que absorbe el plexo solar y que emana de las manchas solares, las mismas que siguen un ciclo de once años y mantienen la vida en este planeta.  Conocer la realidad es salvarse de los engaños; no te engañes, y entonces nadie te engañará. El ser humano es responsable por comprender el mundo.
Una forma de evitar los engaños tanto de las personas como del mundo mismo,  (recuerde que en Sánscrito, al  Mundo se le conoce como Maya, es decir, la ilusión), es vivir el momento con toda la intensidad, y esto hace referencia al momento tal como se presente, es decir, no importa si se trata de momentos agradables, sino también de aquellos no tan agradables. Disfrutar y vivir los primeros suele ser más fácil que los segundos, no obstante, si aceptamos que los momentos desagradables están presentes para enseñarnos algo, para aportarnos algo que en ese instante precisamos, entonces la realidad se torna más simple, comprensible y formativa, permitiéndonos en un futuro ver los momentos no agradables como simples situaciones que se pueden resolver a nuestro favor. Desde la perspectiva intrínseca de la vida, todo lo que nos sucede ha sido generado por nosotros mismos y es la manifestación física de nuestro estado mental y emocional, por tanto y en aras de que nos lleguen solo cosas buenas, debemos sembrar ahora mismo la semilla del bien en todos los actos cotidianos de nuestra existencia,  teniendo la absoluta certeza que nada se pierde en la economía de la vida, que el buen Dios  no se queda con nada que nos pertenezca. Así de simple es la situación.
Un ejemplo didáctico acerca de cómo  transformar  una situación desfavorable en una oportunidad lo aporta una anécdota anónima que cuenta lo siguiente:
Cierto día alguien de la ciudad viajó al campo con la intensión de comprarle un caballo a un granjero y así lo hizo, sin embargo ante la imposibilidad de llevárselo ese mismo día, le pagó al granjero los mil pesos y le recomendó que al día siguiente pasaría a recogerlo. Aconteció que esa misma noche el caballo se murió, por lo tanto cuando el citadino acudió recibió la sorpresa, así como la noticia que no le podían devolver los mil pesos porque ya se los había gastado el campesino. ¡Deme el caballo muerto, dijo el citadino! ¿Qué va a hacer con él?, preguntó el campesino. –Lo voy a rifar, dijo el citadino. El caso es que después de un mes se encuentran y para sorpresa del campesino, el citadino le cuenta que hizo mil boletas y las vendió a diez pesos. Pero, ¿Nadie se quejó? Preguntó el campesino. –Sí, respondió el citadino, solamente el que se lo ganó, pero a ese le devolví su dinero.
La vida te da tantas oportunidades, que hay que hacer más esfuerzo para seguir siendo pobre y desdichado que rico y feliz, ello depende de tu actitud frente a la vida y a cada situación; pareciera que el éxito y el fracaso solo están mediados por la actitud frente a la vida y que cuando te dispongas a ser rico y feliz, eso conseguirás. Cuentan que el inventor de la bombilla eléctrica realizó cerca de un millón de ensayos antes de darse cuenta del porqué se quemaban y no funcionaban. Un buen consejo es que no te des por vencido antes de que digan “no” por un millón de veces. Siempre trata de hallar la causa que te impide ser feliz o tener éxito; lucha por realizar tus sueños, sin importar que otros no crean en ellos o en ti, porque la vida premia el esfuerzo y la actitud, no las buenas intenciones.
Cuando repasas el día que acabaste de vivir te das cuenta que cada situación de esa jornada tenía un sentido especial y se presentó exclusivamente para ti, aunque no te hayas dado cuenta en ese preciso momento. En la grandeza y la evolución de la vida cada instante está preparado para que sea vivido por cada uno de los seres que pueblan el planeta y esto incluye los reinos inferiores, así como los superiores o civilizaciones más avanzadas que la humana, siendo esto una verdad más allá de las posibles creencias y convicciones de cada persona. La zanahoria no deja de alimentarte por el hecho de que no creas en ella y el sol no deja de alumbrarte porque tú no lo mires o lo estimes en su valor intrínseco.
La vida se hace siempre de momentos, de cosas que no  sueles valorar, y al final del camino te das cuenta que esos momentos son precisamente los que le dan sentido a la vida misma pues ella está constituida de esos instantes, es la suma de ellos. No tenemos más que el preciso instante que ahora está en nuestras manos, el pasado ya se escapó  y el futuro aun no llega. Tome el instante preciso y vívalo a conciencia ya mismo. Si estas en la universidad con tus amigos estudiando algún concepto como la cuadratura del círculo, realizando una evaluación o discutiendo de política; si estas en casa con tus familiares disfrutando de una película o si estas en el trabajo con la intención de solucionar un problema de logística en tu empresa….ten en cuenta siempre que solo eres dueño de ese instante, de ese preciso momento que marca tu existencia y que se ira para no volver jamás. Si te perdiste el instante del nacimiento de tu hijo o el momento en que salió hoy el sol, no tendrás nunca jamás otra oportunidad para hacerlo. No esperes llegar a casa para ser feliz, o ser jefe para sentirte realizado, no esperes el mañana para poder ser, hacer, creer o pensar,  pues es posible, de hecho es muy posible, que el mañana no llegue nunca, porque ya está aquí.

PD: Este post está dedicado.... a MI. 

4 comentarios:

  1. “al saber le llaman suerte” dice el Combo del Ayer en su canción Siempre estuvimos aquí. Cuantos salseros habrán escuchado esta frase y estoy seguro que el 95% de ellos no se ha detenido a analizarla.
    Cada día trae su propio afán. Qué difícil es aprender a vivir el momento! Y cuánta razón tienes con aquellas cosas que dejamos pasar. Dicen que hay 3 cosas que no puedes echar atrás: La flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida.
    “La vida premia el esfuerzo y la actitud, no las buena intenciones”. Como el buen vino, mi querido Eliper, tus escritos son mejores cada día.
    Ah… Excelente dedicación!
    Carpe Diem

    Oskar

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  2. Sin duda, mi querido amigo, mi viejo amigo, que tienes razón en tus frases. La flecha lanzada no vuelve nunca mas, y espero algún dia comprender el sentido de la vida, sobre todo para ayudar al gran plan divino trazado para la humanidad..... siempre es un gusto leerte por este medio, Oskarito.

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  3. muchas gracias!!!

    es un gusto tener ese banquete de informacio..
    reecordando que hoy es el primer dia del resto de nuestras vidas

    W...

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  4. mmmmm Muy bien dicho, señor Waxz

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